La Máquina del Tiempo que Nos Está Devorando

CONSULTORÍA PRODUCTIZADA

La Máquina del Tiempo que Nos Está Devorando

O cómo la AI nos prometió libertad y nos dio una correa más corta


“Úsala para terminar rápido”, le dijo a su equipo. “Mándamelo en 10 minutos.”

Estas dos frases de un comercial de chocolate me tuvieron despierto hasta las 3 AM.

No por el café. Por la verdad incómoda que revelan sobre nuestro presente.

El Experimento que Nadie Pidió

Cadbury lanzó una campaña brillante: proponen crear una “granja de servidores” que llene internet de basura para hacer la AI más mediocre. Su lógica es simple: si la AI comete más errores, tendremos más tiempo para… comer chocolate y no hacer nada.

Genial como publicidad. Aterrador como espejo de nuestra realidad.

Porque mientras ellos bromean sobre sabotear la AI, nosotros ya vivimos en el futuro distópico que querían prevenir.

La Compresión del Tiempo

Déjame contarte algo que pasó la semana pasada.

Un cliente me pidió una propuesta estratégica. Antes, esto tomaba una semana de análisis, reflexión y diseño. Con ChatGPT, puedo generar el primer borrador en 30 minutos.

¿Su respuesta?

“Genial, entonces puedes mandarme tres opciones diferentes para mañana, ¿verdad?”

La AI no eliminó el trabajo. Lo multiplicó.

Y aquí está el patrón que veo en todas partes:

  • Emails: De 24 horas de respuesta a “¿por qué no has contestado en 2 horas?”
  • Propuestas: De una bien pensada a cinco “opciones” superficiales
  • Estrategias: De meses de implementación a “quick wins” semanales
  • Presentaciones: De días de preparación a “¿puedes improvisar algo con AI?”

El Síndrome del Consultor Acelerado

Como consultores B2B, somos especialmente vulnerables a esta aceleración.

Nuestro valor siempre estuvo en pensar mejor, no más rápido. En ver lo que otros no ven. En conectar puntos que parecen inconexos.

Pero ahora:

Pensamiento profundo → “Overthinking” Análisis cuidadoso → “Analysis paralysis”
Tiempo de reflexión → “Ineficiencia” Maduración de ideas → “Procrastinación”

La ironía es brutal: tenemos herramientas 100x más poderosas, pero 0x más tiempo para pensar qué hacer con ellas.

La Paradoja de la Productividad Infinita

He estado analizando esto durante meses, y el patrón es claro:

Antes de la AI: - Proyecto de consultoría: 3 meses - Valor percibido: Alto - Precio: €15,000 - Estrés: Manejable

Después de la AI: - Proyecto “acelerado”: 3 semanas - Valor percibido: Commodity - Precio: €5,000 (“si es tan rápido…”) - Estrés: Insostenible

¿Ves la trampa?

Trabajamos 5x más rápido para ganar 3x menos.

El Costo Oculto de la Velocidad

Pero el precio real no está en los euros. Está en lo que estamos perdiendo:

1. La Serendipia Estratégica Las mejores ideas no nacen de prompts optimizados. Nacen en la ducha, en una caminata, en ese espacio mental que ya no nos permitimos tener.

2. La Profundidad Transformadora ¿Cuándo fue la última vez que realmente te sumergiste en un problema de cliente? No skimming con ChatGPT. Inmersión real.

3. La Conexión Humana “Agenda una reunión de 15 minutos” reemplazó a las conversaciones que construían confianza y revelaban oportunidades ocultas.

4. La Sabiduría Acumulativa La velocidad mata la reflexión. Sin reflexión no hay aprendizaje. Sin aprendizaje no hay sabiduría. Solo ejecución vacía.

La Prueba Más Dura

Y aquí viene la evidencia más brutal de nuestra adicción a la velocidad.

Esta semana estuve trabajando en un prompt para un chatbot de AI. Nada revolucionario, pensé. Solo un bot que ayuda a preparar conversaciones difíciles usando metodología de coaching.

La diferencia con ChatGPT o Claude es simple: no te da respuestas. Te hace preguntas. Te obliga a pausar. A reflexionar. A descubrir cosas que no sabías que sabías.

Lo probé con varios ejecutivos.

¿Sabes qué pasó?

Se frustraron.

“¿Por qué no me dice directamente qué hacer?” “¿Esto va a tomar mucho tiempo?” “¿No puede solo darme los bullet points?”

Un director con 20 años de experiencia me dijo, casi avergonzado: “Me había olvidado lo que se siente… esperar. Pensar mi propia respuesta. Es incómodo.”

Se habían olvidado lo que se siente reflexionar.

Y entonces me acordé de mis hijos viendo YouTube.

Cuando aparece un comercial de 30 segundos, no lo entienden. “¿Por qué no puedo skippearlo, papá?” Para ellos, esperar 30 segundos es incomprensible.

Para nosotros, esperar 30 segundos para encontrar nuestra propia respuesta se volvió intolerable.

¿Ves la ironía?

Tuve que usar AI para crear algo que obligara a la gente a ir más lento. Tuve que hackear la tecnología para recuperar lo humano.

Porque nuestro cerebro sigue necesitando ese tiempo. Esas pausas. Ese proceso.

Pero lo hemos entrenado para la gratificación instantánea. Para el “dime cómo” en lugar del “ayúdame a pensar”.

Y aquí está lo aterrador: no es que no queramos pensar. Es que ya no sabemos cómo hacerlo sin que una máquina nos dé la respuesta primero.

El Manifiesto del Tiempo Recuperado

Si algo me ha enseñado liderar la transformación digital de consultorías, es esto:

La velocidad sin dirección es solo una forma elegante de perderse más rápido.

Por eso propongo un nuevo paradigma:

1. Productos, no Proyectos

Cuando empaquetas tu expertise en productos digitales, el tiempo deja de ser la variable. Tu conocimiento trabaja mientras duermes, literalmente.

2. Profundidad, no Velocidad

Un insight profundo vale más que cien análisis superficiales. Los clientes que importan lo saben.

3. Sistemas, no Heroísmos

La AI debe amplificar tu impacto, no tu carga de trabajo. Úsala para crear sistemas que escalen tu expertise, no para correr más rápido.

4. Valor, no Horas

Deja de vender tiempo. Vende transformación. Vende resultados. Vende la sabiduría que solo viene de no correr.

La Pregunta del Millón

El comercial de Cadbury termina con una invitación a “donar tus peores respuestas” para hacer la AI más mediocre.

Yo tengo una mejor propuesta:

¿Y si en lugar de sabotear la AI, saboteamos la cultura de la velocidad sin sentido?

¿Y si nos atrevemos a decir: - “Te lo mando cuando esté realmente listo” - “Esto merece más tiempo de reflexión” - “La velocidad está matando la calidad” - “Mi valor no se mide en rapidez”

Tu Turno

La próxima vez que sientas la presión de “mandar algo en 10 minutos”, pregúntate:

¿Estoy usando la AI para vivir mejor o para correr más rápido hacia ninguna parte?

Porque al final del día, no se trata de hacer la AI mediocre.

Se trata de hacer nuestro trabajo más humano. Más reflexivo. Más valioso. Más nuestro.

La verdadera rebelión no está en las máquinas que hackeamos. Está en el tiempo que nos atrevemos a reclamar.


PD: Si esta reflexión resonó contigo, tal vez es momento de repensar tu modelo de negocio. No necesitas correr más rápido. Necesitas un sistema que trabaje por ti. Y sí, es posible. Pero esa es una conversación para otro día.

PPD: ¿Cuál fue la última vez que te diste permiso de pensar sin producir? Responde a este email. Tengo genuina curiosidad. Y no, no te voy a contestar en 10 minutos.


Aurelio l Gallardo 361, Guadalajara, Jalisco 44600
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